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"Este blog va dedicado exclusivamente a Andrés Calamaro, Y a difundir la musica rock de todo el mundo,
"cuando te oigo creo que me voy a enloquecer, y cuando te escucho piensa y grito que no hay nada mas bello ni nada mejor que sentirme asi. Siento que tu musica vive en mi interior, ella vive en mi como una ilusion, siempre esta ahi con esa emocion que no tiene final. Tus acordes y tu voz forman de mi mundo lo mejor. Ojala un dia de estos mi letra tenga sentido, ojala un dia de estos sepas lo mucho que te admiro"Gracias Andrés!!!!saludos. Virginia

jueves, 9 de agosto de 2007

Perfectos opuestos complementarios
Los cantautores conversaron en medio de la gira de conciertos que los traerá a la Argentina en diciembre


SANTIAGO DE COMPOSTELA.- La lluvia de Santiago de Compostela, la ciudad santa, termina de limpiar los últimos pecados de Joan Manuel Serrat y Joaquín Sabina, estos dos amigos y "atorrantes" retirados. Sobre el escenario se los ve felices, disfrutando de las canciones del otro, jugando con esa complicidad que establecieron en estos años de amistad, copas, sobremesas y largas charlas, que terminaron por darle forma a esta gira conjunta de ribetes históricos llamada Dos pájaros de un tiro y que los traerá a la Argentina en diciembre.

Ni siquiera el aguacero que malogró el concierto en Santiago de Compostela (tras una hora y veinte de un show tan emotivo como festivo), nubla el ánimo de Serrat y Sabina en el medio de una larga ruta de conciertos (más de sesenta) que tienen por delante. Durante la entrevista en su paso por Vigo, se lanzan bromas, cargadas feroces sobre la edad, elogios monumentales, chicanas con las mujeres, y se miran con el cariño propio de un matrimonio imperfecto y feliz.

El enamoramiento musical viene de hace mucho (ver aparte) y ni se les ocurre pelearse por adjudicarse la idea del proyecto.

-Yo creo que primero se le ocurrió a la gente -apunta Sabina- que hace años a él por su lado y a mí por el mío me decían: "¡Coño cuándo se juntan!" Luego lo empezamos a hablar con cafés y unos whiskies, pero yo no me lo tomé nunca en serio porque ese tipo de conversaciones nunca llega a nada y además porque yo soy muy cobardón.

Serrat: -El proyecto viene de hace mucho, pero pensaba que no pasaría de ser una de esas conversaciones de sobremesa cuando uno ya está contento y se dice que se quiere mucho...

Sabina: -Y aún así, el azar influye con ese punto de magia que nos llevó a decir ahora sí, aunque igual podríamos no haberlo hecho.

Serrat: -Se dieron las circunstancias de que él termina una gira y yo termino otra, y estábamos libres de compromisos....

Sabina: -También tenemos el mismo manager, también hemos resucitado los dos, y es que no estábamos muertos, ¿no?

Sobre el escenario se los ve más vivos que nunca. Serrat apropiándose de la belleza de "Y sin embargo te quiero"; cantando juntos una versión hilarante de "No hago otra cosa que pensar en ti", y Sabina sólo quemando los versos de "Princesa". Los dos artistas muestran la naturalidad y festividad de una reunión de amigos.

-Si esto no fuera una cosa natural no tendría ningún sentido- apunta Serrat. Y si esto no existiera sería realmente muy duro fabricarlo. ¿Qué sentido tendría meternos a estas alturas del partido en un festejo de este tipo si no fuera una cosa natural y un regalo para nosotros?

Sabina: -La gente se sorprende y algunos plumillas de la crítica hablan de la falta de solemnidad, de que nos tomemos el pelo, que nos insultemos... para eso hace falta un grado de amistad y respeto mutuo muy alto, si no es imposible. Para "insultar" a alguien sobre un escenario quiere decir que lo quieres mucho más, si no nadie lo aguantaría.

Las risas llenan el gran salón del hotel. Se nota el goce del encuentro minuto a minuto, tanto arriba como abajo del escenario. Mirándolos, a simple vista, se pueden ver las diferencias. Son perfectos opuestos complementarios. Uno canta con el corazón temblando en la garganta, el otro con la bohemia desatada de 19 días y 500 noches sin dormir; uno escribió "Poema de amor" y el otro "Calle melancolía"; uno tiene la elegancia de un chansonier como Jaques Brel, y el otro el traje urbano y misterioso de Bob Dylan. Pero esas diferencias de polos opuestos genera un magnetismo particular en sus conciertos y en su trato personal.

Serrat: - Cuando planteamos la gira no queríamos hacer algo convencional como unir dos conciertos o cantar canciones a dúo, sino llevar algo más allá la cosa y tomar canciones ajenas y hacerlas propias. Somos dos formas de cantar muy distintas.

Sabina: - Casi opuestas. Lo bonito es que cuando cantamos juntos se produce una chispa.

Serrat: - Lo que ha tratado cada uno, creo que con bastante éxito, es hacer propia cada canción.

Sabina: -Es directamente robarle, saquearle al otro. Pero cuando cantamos juntos nos miramos a los ojos como el día del orgullo gay.

Serrat: -Un día no acabaremos la canción (risas).

Sabina mira a Serrat como enamorado del maestro. Con la humildad de quien se sabe un aprendiz avanzado, escucha con reverencia todo lo que dice el Nano con reverencia, pero también sabe soltar su lengua mordaz para romper con cualquier solemnidad del encuentro. Serrat no se queda atrás.

Serrat: -Una de las cosas más lindas que me están pasando es que estoy descubriendo con el paso de la gira que las canciones de Sabina también las puede cantar otro que no sea Joaquín. Lo digo con todo respeto porque parecería que sus canciones sólo las puede cantar él, porque están ligadas a una manera de hablar, a una manera de decir, pero las canciones que hace este hombre tú las sacas y son unas bellísimas canciones aunque no sea él quien las cante.

Sabina: -Menos mal que no has dicho sobre todo si no las canta él.

Serrat : -Eso es imposible porque si no las canciones no hubieran vendido tanto cantándolas tú (risas).

Sabina: -En lo que a mí respecta cuando las canta éste, y cuando hacemos dúo, me hace disfrutar mucho.

Serrat: -Es que se produce un redescubrimiento. Una cosa es cantar en la ducha las letras. Pero cuando las haces tuyas, pesas cada una de las palabras, uno hace un master, una tesis del trabajo del colega.

Sabina:- Cuando uno oye al otro no deja de ser público, no masticas cada palabra, cada acento, cada verso, cada coma. Pero cuando sales al escenario y cantas al otro de verdad sabes como escribió esa canción y de qué manera la vivió, y eso es muy emocionante como cuando cantamos juntos y se produce ese máximo placer como intérpretes y autores.

Serrat: -Ya está bien de mariconadas, ¡hombre!

Hoy pareceríaque no podrían estar el uno sin el otro. Dice Serrat que cuando anunció a su familia que se iba de gira con Sabina le dijeron: «Cuídalo mucho». Y Sabina, que se porta como un señorito inglés con su whisky en la mano, dice que ensaya, aprendió de memoria todas las canciones de Serrat antes que las suyas, y dejó de usar el telepromter (ese aparato por donde pasan las letras que usaba habitualmente en sus conciertos).

Sabina: -Yo tenía miedo de ver cómo nos llevábamos en la gira.

Serrat: -Sí, pero cualquier cosa puede pasar en el camino.

Sabina: -¡Dios no lo permita, por la Virgen! -dice y toca madera.

S errat: -No, no, cada uno sabemos la experiencia que tenemos con el otro y cómo es nuestra relación. Y a partir de ahí lo basamos. ¿Que nos ayuda? Nos ayuda el cariño de cada uno con el otro. El respeto por lo que hace el otro y que nos gustan las canciones del otro. A mí me gustan mucho las canciones de Joaquín y él dice también que le gustan las mías (mira irónico a su compañero). Están todas estas cosas que nos unen y la complicidad con la gente que permite que lo peor de cada uno de nosotros no aflore...

"¡Que aflore!", corrige Sabina y se ríe estruendosamente. "La gente no nos permite ser malos y ser más vanidosos de lo que somos", apunta Serrat. "No ser más vanidosos de lo que somos es imposible. Somos los reyes de la falsa modestia", dice, casi a los gritos exaltados.

Sin tomarse en serio y de buen ánimo, con la vista de cara al mar de Vigo, se acuerdan de la Argentina y dedican la nota a su amigo el Negro Fontanarrosa que imaginó esos dos pajarracos que son el símbolo de la gira y posible portada de un futuro disco.

Sabina: -La relación de éste y mía con la Argentina es increíble. Ni siquiera nos consideramos hijos adoptivos. Somos porteños ¡carajo! Lo digo con todo orgullo. Por eso cuando oigo un tango parece que lo he escrito yo. Me acuerdo hace 20 años estábamos en mi casa con el Nano y me dice: «Tú te crees que eres muy importante. Pero no eres nada hasta que no tengas tu nombre en un letrero de la calle Corrientes». A los cuatro meses estaba allí. (risas)

-No dije así -lo regaña Serrat-. Le dije que nunca sabría lo que se siente estar en Buenos Aires pensando en la satisfacción que uno tiene cuando se actúa allí. El cariño, la devoción y la complicidad que uno encuentra con la gente en la Argentina, eso no es verdurita.

Dicen que no pueden dormir pensando en el show en la Bombonera. "Me imagino las tribunas llenas, saltando y cantando con nosotros", apunta Serrat. Su primo acota: "Lo soñamos todos los días, porque es la culminación de todo este sueño y de esa relación que tenemos con Argentina".

-¿Lo viven como una reunión histórica?

Serrat: -Lo importante es lo que está pasando ahora. Lo estamos pasando tan fantásticamente bien como la gente. Se ve que esto que nos pasa a nosotros se transmite, esta misma polenta que llevamos, la misma ilusión que llevamos, llega muy fácil a la gente y esto está bien. Esto está para que cuando acabe nos quedemos muy contentos y emprendamos cada uno nuestras historias como hemos hecho toda nuestra vida, o para volvernos a juntar y para casarnos, ahora que en España se puede (risas).

Sabina: -Nosotros no nos creemos nada pero sí nos llena de emoción compartir todo esto con la gente. Para bien y para mal, siempre he sido incapaz de ver ninguna dimensión histórica o mítica de lo que hago. Es verdad que ahora sí noto algo especial.

Serrat: -Ya lo dijo el poeta: "Todo pasa y todo queda, pero lo nuestro es pasar..."

Datos de la gira
Un concierto de dos horas y media con sus mejores canciones: "Tu nombre me sabe a hierba", "Pueblo blanco", "Peces de Ciudad", "Calle melancolía", "Y sin embargo te quiero", "Señora", "Princesa", "Aquellas pequeñas cosas", "Mediterráneo", "Dieguitos y mafaldas", "Y nos dieron las diez", "Poema de amor"; entre una lista de 35 temas. Una banda compuesta por diez músicos: Ricardo Miralles (piano y dirección musical), Pancho Varona (guitarras acústicas), Antonio García de Diego (guitarras, teclados, armónica), Pedro Barceló (batería), Víctor Merlo (bajo y contrabajo); José A. Romero (guitarras y acordeón), Patxi Urchegui, (trompeta), José Miguel Pérez Sagaste (saxo), Roberto Bazán (trombón), Paqui Sánchez y Marcela Ferrari (coros). Más de sesenta conciertos que lo llevarán por toda España y América latina. El 24 de noviembre actuarán en Viña del Mar, Chile; el 27 en Rosario; el 1° de diciembre en Montevideo, Uruguay; el 5 en Córdoba; el 9 en Mendoza, y el 13 y 14 en el estadio Boca Juniors. Las entradas para los conciertos en Buenos Aires se pondrán a la venta el 1° de agosto, en el Estadio Boca Juniors y a través del sistema Ticketek ( www.ticketek.com.ar ). Entradas desde 50 pesos.


nota sacada de : la nación

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